Frío, tan Helado, tan Frío...
Si el Ancla de Muerte
no Existe,
Si el Apóstol del Verbo
Opone a su Adverso
el Combate de las Palabras
y el Apego al Alma
Deshauciada del Cuerpo...
Si el Orbe Agita las Sin Huellas Dolosas
que Conjugan la Vida...
Si el Son del Tambor Mudo
de la Siniestros Días,
No alcanza Motivos...
La Voz Inaudible de tu Mirada Muda
Será la Barca Enlodada
de Cielos Augustos
que Vuela entre Luces Aciagas,
el Estigma Árido de la Soledad
en Briznas Oscuras
y en el Mutismo Sordo
del más Sepulcral Silencio...
Si el Universo y su Sombra
No Alcanzan
Volando en Suspiros Tenaces,
la aérea Tea Apagada
del Astro Embriagado de Angustias,
será la Maraña Desnuda
de los Desencuentros...
(Patricia)