Te has ido, y queda todo por decir,
Aunque puedo tocar tu rostro, tú no estás aquí,
Tu cuerpo yace en una caja de madera, pero tú te has ido, eres libre,
Jamás podrás volver a sentir el sol quemándote el rostro,
Jamás sentirás el roció de la lluvia que acaba de empezar,
Tardare en darme en cuenta que los atardeceres mas bellos te los perderás,
Y que nuestra familia no tiene ninguna escusa para visitar tu casa,
Mami no está, y tú te has ido con ella,
Y me he prohibido llorar, porque te vi tan tranquilo en tu caja de madera,
Que sentí que no debía sufrirte más,
Me duele de la manera más egoísta, que ya no estés aquí,
Tus hijos te rodean, pero pronto se van,
Pero son los nietos los que te amaron, porque tú los amaste más,
Prefiero pensar que eres el viento fresco de alguna embarcación perdida,
Y que acabas de zarpar.