Siempre quieres tenerme
esperándote ansiosa y muy sedienta,
para cuando me toques, quede inerme.
Cuando en la noche me hayas irredenta,
contando los minutos por la espera
sorprende que mi voz suene violenta.
¿es así como quieres que te quiera?
haciéndome esperar hasta la angustia
no esperes desatar en mi la fiera.
Tan solo lograrás hallarme mustia
próxima al paroxismo de este llanto,
es lo que me desata a mí la angustia.
Todo porque tu amor tiene su encanto,
es por lo que tolero desazones.
Mi vida, corazón, no tardes tanto.