Te ofrezco paz en el silencio;
sinceridad en la espera
entrega total sin ceguera
y el más sublime aprecio.
Colores ocultos de la noche
te los regalo sin reproche;
el sol de mis ojos en los tuyos
como en primavera abre el capullo
de la flor que luce en tu pelo;
te regalo el algodón del pomelo
tan dulce como la miel de tus labios;
el candor, tú risa y resabios
son abono que sustentan el amor
de mi jardín que adora a tu flor.