Fragmentado
por la desilusión,
escribo en un ocaso.
Una ruptura
de los hilos del alma,
cierran los círculos.
Un adiós
sin vuelta atrás,
fija el horizonte.
Un beso
quemante y pasmoso,
se rompe para siempre.
Es el final
de los besos de un verano,
amarillo y adolescente.