Baratza01

Casida, entre la alborada

 

La morena en la alborada
se bañaba en blancas aguas.
La morena en la alborada
se quitaba sus enaguas.

Rociaba en sus cabellos
una luz grácil y dorada
y entre sus brazos al alza
se dibujaba un par de alas.

Los ruiseñores le cantaban
y entre el alba se asombraban.
Las ramas se mesían 
por tal morena en claras aguas.

Mas solo ella se vestía
de pureza en la alborada.
Ranas y peces sorprendidos
entre sus piernas se paseaban.

Y al caer la noche las
luciérnagas le alumbraban.
Grillos con sus patas
melodías le entonaban.

Aquella luna de plata
le revestía sus enaguas.
Y entre la brisa del alba 
al ocaso, la dicha le rociaba.

Aves, peces, ranas...
entre el agua y la alborada
le rendían canto y culto;
a la morena la adoraban.