🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Almas solitarias

 

Almas solitarias

Aún están dos sillas a solas esperando
el choque de los besos que alguien va buscando
en medio del boscaje y el cielo de marfil.
Gardenias y azaleas, clematis y hasta dalias,
petunias y begonias, hibiscos con sandalias,
caléndulas y rosas de un prado juvenil.

Al lado un árbol seco, también una bargueña
conversan tristemente y el hambre los domeña:
«el dardo de Cupido se ha vuelto un batallón».
Tal vez, un Crisantemo se acerque de repente
a contemplar su mundo, real e indiferente,
tal vez, y sea mi alma buscando un corazón.

Con un tirón de luces dispuestos al certamen
están dos sillas solas, diez piedras y un ciclamen
tejiendo una derrota que pronto ha de llegar.
Y así, desentonado, borracho de pasiones
observo como el fuego consume a borbotones
el iris de mi vida que entrega el pleamar.

El bosque empedernido saluda a los amantes,
elogia a los de ahora y aplaude a los triunfantes,
parece que ya sabe, que sufro por amor.
Me da coraje siempre narrar mis pesadillas...
a solas esperando se encuentran las dos sillas
y aún no llega nadie que borre mi dolor.

                              Samuel Dixon