Mis ojos te pertenecen
solo a ti, pueden mirar,
contemplarte, se merecen
por esa forma de amar.
Tú apareciste en mi vida,
desordenando mis sueños
para taparme la herida
causada por los recuerdos.
Me hiciste ver que vivía
cuando deambulaba muerto,
que en realidad existía
que no era sueño, era cierto.
Tú provocas mis sonrisas,
alejas todos mis miedos
al mirarme, me hipnotizas
desatando mis enredos.
En tus brazos encontré
ese rincón favorito,
el antídoto que hallé,
me cambio, es inaudito.
Classman