Este trabajo de vivir sin ti de verdad que es agotador, estoy cansado, triste y sin energía, ni siquiera me quedan fuerzas ya para extrañarte y pense que tal vez ayudaria a que duelas un poco menos pero no es posible.
He dejado de pensar en ti porque mi mente dibuja tu presencia como si realmente estuvieras aquí caminando a mi lado de la mano, abrazandome en cada esquina de las calles mientras esperamos el semáforo para poder cruzarlas.
Te sientas junto a mi para ver el mar, me llenas de ternura al verte llorar como siempre te pasa al mirarlo, seco tus lágrimas con mis dedos, me das un beso y sonriendo me dices gracias por quererme tanto.
Me acompañas a los conciertos y me haces reír con tus gritos locos y te digo con una sonrisa, si... Ya se que quieres que te hagan un hijo pero no es necesario que todos se enteren.
En las noches de luna llena salimos a las azoteas para observarla, le decimos que guarde nuestro amor y le pedimos qué cuando estemos separados salpique un poco de ese amor sobre alguna estrella y que se haga fugaz y al mirarla desaparecer sepamos qué es porque ahí sigue nuestro amor resguardado.
En los restaurantes pido mesa para dos y dejo tu plato vacío porque se que no comes nada pero sí ordeno dos copas de vino, la gente me mira como un loco platicando con la silla, riéndome con los cubiertos y chocando las copas brindando contigo, ellos no te ven y yo no entiendo porque si ahí estas frente a mi con tus ojos hermosos, tu sonrisa mágica y tus cachetitos rositas por el efecto del alcohol.
Después de una larga caminata por la ciudad nos sentamos en una banca, recuestas tu cabeza en mi pecho y conversamos durante horas.
Llegando a casa te desvisto, te beso, te acaricio, hacemos el amor y así culminar un día maravilloso a tu lado.
Este trabajo de vivir sin ti de verdad que es agotador, creo que he enloquecido porque despierto y te veo recostada junto a mi, te digo buenos días mi niña... Dime cual es el plan para el día de hoy porque no te quiero extrañar más... Hoy no tengo fuerzas para vivir sin ti.