Eugenio Sánchez

LUNA

 

Espejo del Edén, tea encendida,

¡Oh!, bella musa de virginal sonrisa,

rosa fúlgida de nocturnal otoño

burbuja solitaria, mágica lumbre.

 

Vas remando en tu balsa reluciente

de confín en confín el firmamento,

entre coquetas nubes vagabundas

y entre guiños de místicos luceros.

 

En tu lenta huida hacia el oeste

vas pintando plateadas las montañas

y los mares con sus danzantes olas

jubilosos alaban tu grandeza.

 

Dibujada en tu rostro está la imagen

de la Virgen Bendita, Madre Santa

con el niño durmiendo en su regazo

y su copo de nieve blanca  y  pura.

 

Esta noche yo vi por mi ventana

dos lágrimas correr por tus mejillas

y escuché como suaves melodías

exhalar tu tristeza en un suspiro.

 

¿Eres tú la que llora allá en el cielo?

o es mi sensible corazón herido

que sangra de dolor y languidece

por la nostalgia que me taladra el alma.

 

Al evocar la noche silenciosa

que por última vez besé sus labios

y la miré partir entre sollozos

una noche como ésta en luna llena.

 

Desde Trujillo- Perú.