A punto de tirar del gatillo
un ave se posó en su escopeta,
sorprendido pensó en el poeta
y abrazó con ternura al pajarillo.
Recuerdo el parque donde te vi,
ansiosa, con un pucho en la mano.
El mundo parecía huir de ti,
pero yo, me acerqué a tu lado.
En el acantilado gritas
y las olas abajo te oyen,
el salitre tu cara acaricia
y la esperanza se te esconde.