Madrileña
Ay bella madrileña seductora,
pasando casi etérea mi esfera,
luciendo tus encantos de quimera,
abrígame en tu manto casta autora.
Con tu dulce cantar, mi fiel lectora,
en tus labios sabor a fresa y pera,
ardiendo van tus versos cual hoguera,
iluminando el alma hasta la aurora.
Horas cautivas huyen de las sombras,
y se escurren en grietas de tu templo,
donde tejes sagradas sus alfombras.
Tu encanto y tu semblanza es un ejemplo,
cómo en dicho linaje al cielo asombras...
¡Desde una nube azul, yo te contemplo!
Tommy Duque
Jul 8 2023
Riverview, Michigan.
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Nota: En mi país Guatemala, en mi niñez católica, se le decía Madrileña a un manto ralo negro que las señoras usaban para cubrir su cabeza durante las misas y rezos. Mercedes me ayudó a encontrar la imagen bajo el nombre Mantilla en España.