Los viejos tiempos,
de amores y novelas,
atrás quedaron.
Hoy son recuerdos
que arrancan mil sonrisas
y sensaciones.
Todos tenemos
rincones en desvanes
donde descansan.
¡Cuántos suspiros
del alma, se renuevan,
al recordarlos!
Aquellos ratos
de alegres primaveras
junto al estanque.
Y los veranos
de playa, con castillos
en las arenas.
También otoños,
dejándonos alfombras
y coloridos.
Y el frío invierno,
con nieve y aguaceros
de contrapunto.
¡Oh, viejos años,
tan llenos de ternura,
hoy sois recuerdo!
Rafael Sánchez Ortega
07/10/23