Cuenta un día, una estudiante de fotografía decidió empezar a desarrollar su proyecto fotográfico; por lo cual fue al centro de la ciudad, en donde habían muchas edificaciones antiguas con fachadas atractivas que encajaban con la idea que tenía en mente.
Cuando llegó al lugar...miro a su alrededor, escenarios estupendos que por supuesto fotografiaria algunos de ellos.
Estaba a punto de irse... cuando sus ojos observaron más allá. Halló una casa muy peculiar, era toda blanca, en las paredes externa tenía muchas decoraciones en madera; dio unos pasos y se quedó perpleja al ver una árbol de tronco largo y delgado, al parecer no necesito competir con otros árboles años atrás, ni una mano para tener esa forma, la estudiante miraba el árbol de frente parecia un hombre y lo miraba de lado tenía figura de mujer -oh por Dios que esto?, Dijo asombrada-\" ella siguió fascinada, pues todo encajaba para unas tomas.
Antes de dar inició ...tocó el timbre de aquella casa. Me da permiso para realizar unas tomas fotográficas? Le dijo al anciano, quien le abrió la puerta; esté acentando con la cabeza le dijo si.
Busco la manera de como enfocar la cámara manualmente en una parte donde pudiera hacer varias tomas; hasta que por fin halló varias, ya punto de irse... sin embargo no quiso despedirse de su visita sin tomar la última foto de si misma en aquel lugar.
Acomodo la cámara en automático en el suelo y prosiguió a posar en frente de la casa para inmortalizar lo que había hallado a su paso.
De repente la cámara hizo click y ella ya no estaba.
El árbol ya no tenía figura ni de hombre ni de mujer, era un hermoso árbol flondoso, aquella casa toda blanca, tenía un nuevo color y el anciano era un joven.
Autor. Gladys Ma Henao Cortez.