Viejos madrigales
La vetusta oquedad de las ventanas
de una sala que estaba enmohecida,
demostraba los cambios de la vida
que inclemente tocaba sus campanas.
Los vestigios de glorias cotidianas
se oxidaron mirando la partida
de los seres de ignota despedida
que vivieron brillantes obsidianas.
Los momentos de euforia son parciales
con el paso del tiempo se abandonan
y se cambian por nuevos pedestales.
Las paredes calladas coleccionan
los recuerdos de viejos madrigales
que el pasado en sus versos aprisionan.