EL PASADO NUNCA SE MARCHA
El pasado nunca se marcha
Se queda impreso en las cosas
Se encrusta en la memoria
Sobrevive al tiempo.
Está impreso en:
Las calles mojadas por la lluvia
Que evocan recuerdos de amor o desamor.
En la aroma de una almohada
Que con desesperación se abraza
En noches de insomnio y soledad.
En la nostalgia que ronda la memoria
Al evocar el sabor y aroma
Del dulce de mora que
De niña mi madre preparaba.
En la esquina del barrio donde
Con amigos disfrutamos noches
Enteras de tertulia, música y licor.
En el viaje que emprende la memoria
Al escuchar viejas canciones En la radio.
En las páginas amarillas
En mis cuadernos
Plasmadas de sentimientos de
Un pasado distante y disperso.
En las fotografías antiguas
De mis padres y ancestros
Guardadas con esmero
En el álbum familiar.
En el recuerdo vivido
De debates, coliloquios y encuentros
Cuando queríamos arreglar
El mundo entero
Con abrazos, canciones y versos.
En el rumor del rio
Y sus espumas viajeras
Donde de niña me divertía
Sin ninguna preocupación o quimera.
En la embriagadora aroma
De la tierra mojada por la lluvia
Que transporta mis sentidos
A una niñez lejana
De juegos, diversión y libertad.
En las cicatrices
Del cuerpo y del alma,
Que hablan de viejos dolores
Que nunca se van.
Martha Patricia- Octubre-2023