Perdona mis emociones
que se enredan como hiedras
en los sueños de mi bosque
con su triste enredadera.
Perdona, mas no te asombres,
de mis múltiples quimeras
que mis sentimientos rompen
como el viento cuando arrecia.
Perdona, insisto, perdona,
si no soy lo que soñaste,
si tu corazón hoy llora,
por mi triste proceder.
Pero entiende, nunca es tarde…
¡Nuestro amor fue de papel!