¿Cómo le pido a mi corazón que te olvide?
Cuando cada latido es un eco de tu nombre,
y cada suspiro, un lamento que no se esconde,
en las sombras de la noche, donde el alma vive.
Tus recuerdos son hojas secas en otoño,
que caen con melancolía sobre mi ser,
y mi corazón se aferra a tu amor cual retoño,
como un náufrago que está a punto de perecer.
Intento borrar las huellas que dejaste,
pero tus risas y miradas siguen aquí,
grabadas en las páginas del tiempo que pasaste,
como un tatuaje imborrable en mí.
¿Cómo le pido a mi corazón que te olvide,
si eres la melodía que aún en el silencio suena,
y cada verso de este poema impide,
echar al olvido esta nostalgia y mi larga pena?
Quizás el tiempo cure estas heridas,
o el olvido las desvanezca en su vaivén,
pero por ahora, en estas letras perdidas,
mi corazón se niega a soltarte, mi bien.
En la penumbra de esta noche fría,
mi alma se debate entre el olvido y el recuerdo,
y aunque intento decirle que te olvide, todavía,
mi corazón susurra que eres su eterna compañía.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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