Llueve…
se escucha el estruendo sobre el techo,
se mojan los cristales de los ventanales,
las manijas del reloj avanzan con torpeza…
no demuestran prisa…muestran pereza,
se hizo domingo de aguacero.
Muy temprano llueve…
se va empapando todo,
se moja el alma…
y se anega de nostalgia;
cunde en el espacio una falsa calma…
que va calando de melancolía,
que me va sitiando de soledad.
Me recluyo en mi lecho…
con ganas de nada,
esperanzado que se haga llovizna,
que el chubasco baje su ira…
y se convierta en paramo ligero,
en escuálido goteo sobre el alero.
Espero arropado de paciencia…aquí en mi cama…
que aclare el día,
que el cielo se abra…
y salga el sol de entre la bruma.
Ahora escampa,
se ha cansado la tormenta…
y se hizo rocío;
se va secando el ambiente…pero hace frío.
Se siente todavía un vacío inevitable,
se siente tristeza con impotencia,
un drama indescifrable…
un buen pretexto a esta agonía…inexcusable.
Llueve…
muy temprano llueve…
me recluyo en mi lecho…
espero arropado de paciencia…
ahora escampa…