Nisim123

Siempre falta algo

De las maños cuelga un osario

Las cuentas van pasando una a dos entre ezo y eso

La mirada está fija en la ruz 

Signo de la pasión de nuestro eñor 

Los labios pronuncian sutiles pero avergonzadas roclamas

Y halabanzas.

En ese momento de confesión la e aumenta, nos sentimos liberados de cuánto al hubiésemos cometido por rror o rrar.

Cada pecador tiene sus faltas

A cada pecador le falta su respectivo erdón, de ahí la insaciable confesión de lo que icmos o nos asó.