No te laves las manos como Poncio Pilato,
no mires al costado ni niegues a tu hermano,
como Pedro negó 3 veces a Jesús;
no luches a favor de la injusticia,
ni pidas la condena de aquél que es diferente.
Lucha sí, en defensa del amor y de la paz,
de la única manera en que esa lucha
podrá conducir al mantenimiento del Amor y de la paz:
no con armas ni agresiones ni insultos ni oscuridad,
sino con palabras que abran la mente y los corazones,
con gestos que enseñen sin imponer,
y sobre todo con fe en que tus actos
sirven a una causa mucho más elevada
que la de los Hombres…
la causa de Dios, tu creador.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay