Tras el Último Vestigio
de la Senda de la Luna
Se Esconde el Suspiro
que Alimenta el Son de una Añosa Guitarra.
Cuerdas Viejas entre Viejos y Pesados Telones,
que auguran la Sin Razón
de la Siniestra Cábala.
Sombras Aguerridas y Vanas
templan la Oscura Brasa
del Alma Inquieta y el Misterio Trágico
de una Vida
que se hizo Vino y Carne...
Último Sol que Clama
los Arpegios de un borroso Pentagrama...
Se oyen Ruidos Sordos
en el Restallar de Alguien que Salva
no ya a la Mítica Flor,
sino a los Versos
y Palabras...
(Acero filoso del Cuchillo,
que deshace el Cuerpo y el Alma,
Acero Brumoso del Artero que
Sin Valentía,
Jamás Borró su Cara)...
(Patricia)