Las escaleras
tenían una alfombra
de hojas doradas.
Era el otoño
llegando de los árboles
tras el verano.
Estaba linda
la imagen, que animaba
los corazones.
Y los latidos
cobraban nuevas fuerzas
y sensaciones.
El cielo azul
y todo despejado
formaban versos.
Era un poema,
pensé, sin darme cuenta,
mientras pasaba.
Porqué seguí,
pisando aquella alfombra,
y hasta soñé.
Volví a ser niño,
en un viaje a la infancia,
con mis recuerdos.
Te vi allí,
volando en la distancia,
\"mi mariposa\".
Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/23