Francois Sand

Alondra, eterna inspiraciĆ³n.

Alondra, ave divina y resplandeciente,

tu canto en el aire siempre presente.

Con tus alas pintas de azul el cielo,

y llenas de alegría mi corazón desvelo.

 

Tus trinos suaves, como notas de amor,

envuelven el paisaje y mi ser sin pudor.

Eres la melodía que alegra mis días,

y en cada verso mi esencia desprendías.

 

Tus plumas relucientes como el sol,

reflejan el brillo de un amor sin control.

Eres mi musa, mi inspiración eterna,

que con tu canto mi alma tierna.

 

Alondra, con tu vuelo grácil y veloz,

me llevas a descubrir un mundo de colores.

Eres la aurora que despierta el alba,

y en cada trino, mi corazón se desgarra.

 

En el silencio de la noche estrellada,

tu voz resonante se funde en la brisa dorada.

Eres la poesía que mis versos susurran,

y en cada estrofa, mi amor por ti se desbordan.

 

Alondra, bello ser que adorna el paisaje,

con tu canto sagrado y salvaje.

Eres un sueño que acaricia mi alma,

y en tu presencia, encuentro calma.