Sofía

¿Por qué pasó?

Hoy me siento en mi cuarto, tengo la puerta cerrada con pestillo,

Son las dos de la mañana y mis sábanas están frías.

 

No tengo lugar a dónde ir.

 

Ambas sabemos lo que está pasando entre estas cuatro paredes,

Pero eso ya no importa,

mientras no deje rastro tú podrás dormir tranquila.

 

Y me siento llorando, en esta pesadilla tan grande de la cuál no logro despertarme; ya no soy una niña,

ya no soy tu niña.

Lucero brillante, perla encontrada, causa de tu risa y razón de tu felicidad.

 

¿Qué pasó? ¿Qué perdí?;

¿Por qué ahora en vez de ver tu cariño tengo tu desprecio?

¿Por qué al hablarte solo salen aullidos de mi alma? aullidos de dolor, provocados por tu falta de querer.

 

Tengo tanto miedo, mi sangre brota y me siento devota a la sensación demoniaca

de morir en cada corte.

 

¿Por qué estoy sola?, ¿por qué me dejasteis sola?, ¿por qué mi ser y mis vísceras dañan tanto?

 

Moriría en este mismo instante, pero siento pena como una madre ajena

del coste social de tener una única hija y que esta se haya suicidado.

 

Si tan solo pudiese tener tu abrazo de vuelta, tu cariño, tus besos en la mejilla, tu amor convertido en calor enfermo que me arrulla hasta que me duerma y que anuncie el final de la tormenta.

Quizá sí que tendría ganas de recuperarme,

quizá la vida me haría mucha más ilusión.