José Luis Barrientos León

Noche de estrellas

 

Hay estrellas inmersas en el olvido,

como aguas perdidas en la niebla,

con historias minúsculas dentro de cada una,

liberando la imaginación,

cual flamas blanquísimas de rituales cadenciosos.

 

Más allá del lienzo del sol,

en la noche oscura y silenciosa,

como enjambre estelar,  

que se refleja en las rocas,

para convertir el río en lluvia de cuarzo,

estremeciendo el tacto con su tenue palpitar,

de lucero y astro.

 

Hay estrellas inmersas en el extravió,

en las sendas oscuras del crepúsculo,

expandiendo hacia el este las sombras,

de pensamientos que renacen,

acostado en el campo,

bajo la escena de seda del firmamento.

 

Aún queda un hilo de sol en el poniente,

como la esperanza que fluye sobre el tiempo,

marmoleando las sombras y la noche,

sobre la hondura quieta de los sueños,

donde extiendo los brazos libremente,

para intentar flotar hacia su encuentro,

aunque los tonos grises sigan deseando,

consumir mi ilusión de ser canto.