Como puede ser que ahora te aparezcas,
que me despiertes de mi largo letargo,
que te escapes de los sueños…
y alborotes mi falsa calma,
que deambules por mi melancolía…
con irresponsable cinismo…
y perturbes mi vieja y lastimada mansedumbre,
derivada de esta soledad que me envuelve.
Como es que ahora te manifiestas,
así de pronto,
difusa e insensata…
sin ninguna excusa,
como un invento espontaneo del destino,
como un milagro revelado por lo divino.
Asomas…inesperadamente,
inoportuna,
con tu apariencia supuestamente frágil…
pero de firmeza mariscal,
con tu vestido purpura…adornado de minúsculas lentejuelas…
que esparcen su brillo como luceros en el cosmos,
y deslumbran en la penumbra…con sus partículas de luz…perpetuas.
Gitana…la guapa cubana,
indiscutiblemente bella,
de indudable fortaleza,
con tu mirada de fuego,
y labios que emanan dulce veneno.
Intrigante y mística…
como el dilema de lo eterno.
Tu parsimonia no ha llegado a tiempo,
acude muy tarde a intentar salvar tanta espera,
justo cuando se agotaron las esperanzas…
y mi nostalgia ya había consumido mi último aliento.
Será en otra vida gitana,
porque en esta…nos absorbió el olvido.