En el desarraigo de mis profundas penas
con la angustia abriendo a mis cinco sentidos,
sobre mí un universo de mudas estrellas
mi tristeza que va besando al rocío...
Una cruz que marca donde mis quimeras
se llenaron de ausencias y de olvidos,
en el recuerdo de las distantes primaveras
debiendo yo emigrar de aquellos bellos caminos.
Mis viajes de besos en aquellas bocas sedientas
que al abandono me dejaron en momentos sombríos,
y en la distancia mis puertas que abiertas
me permiten volver tras el rastro de lo perdido.
Como una sombra en la oscuridad y la niebla
en un concierto de silencios me he recluido,
mi alma se amarra a su amarga tristeza
por tanta desolación afuera y dentro mío...