Si algo debería generarnos tanta rabia
Es el interés por el interés humano
Si algo debería de generarnos tanga protesta
Son nuestros propios intereses en los intereses
El mundo avanza y nos sujeta de la mano para acarrearnos como un muñeco de trapo.
Por ello la mayoría de las oportunidades nosotros avanzamos, no nos quedamos quietos aunque así lo queramos.
Son esos intereses tan desalmados, depravados e incalculables.
De los banqueros, de los políticos, de los, de los, de los, y siga usted la lista.
Pero también los nuestros, aquellas metas pseudo verdadera que nos enfocan hacia una meta. Hacia los que apunto.
Aquella creencia tan marcada e inculcada de solamente jugamos para ganar, de fomentar la competitividad, la desigualdad según la utilidad. Silencio amargo...
Soltemos al unísono un grito lleno de desasosiego y un carisma de estupefacción:
Pero el hombre; puede ser más hombre si se olvida un ratito de sus intereses y actúa por cariño al prójimo.
No pidamos superhéroes o mártires las 24/7/365
Pidamos un instante de sinceridad en donde soltemos los cuchillos y nos abracemos, olvidémosnos de la idea de atentar, manipular, encausar comportamientos propios y anejos.
Alentemos a qué el mundo sea un lugar menos violento, menos irrespirable, demos menos oportunidad de argumentar a los pesimistas, esos que siempre se saldrán con la suya...
Pues cuando alguien no quiere ver lo bueno, no lo verá.
Por eso hagamos del mundo un lugar en el que cada ser pueda habitar en paz.
Que nada es nuestro, nada nos pertenece. Vivimos de prestado bajo leyes que afirman de tener el control de no sé cuántas cosas. Cuando en realidad ni las propias leyes están seguras de si mismas por los intereses de los interesados