Cómo quitar de mi piel
esa dulce sensación,
interminable emoción
de esos besos de miel;
exentos de toda hiel,
rayos de su corazón,
se convirtieron en prisión
del prisionero más fiel;
los besos inolvidables
que se quedaron aquí,
los paraísos culpables
de tan loco frenesí;
caprichos celestiales
solamente para mí...