Veo en tu mirada un sentimiento
cálido, dulce y tierno
apasionante, delirante, eterno;
amor es, me lo dice un presentimiento.
Acaso puede éste acabar con mi sufrimiento,
llevo en el alma una pena,
llena mi ánima de remordimiento,
pero sé que he actuado bien, cual Sansón ciego pero con melena.
La copiosa lluvia no calma mi tormento,
acerca el paraguas de tus labios a los míos
de ellos quiero beber el celeste rocío,
¿Podrá acaso la lluvia de tus besos terminar con mi lamento?
No lo sé, pero hagamos el intento,
no me pidas explicaciones
cerrando los ojos en labial encuentro
los rayos iluminarán nuestros corazones
nuestro gusto disfrutará del momento,
y así estarán nuestros corazones contentos.