Tienen mis versos el sello ocuro
de los recuerdos que no me dejan.
Con el pasado forman un muro.
Las cosas nuevas raudas se alejan.
Hundidos en pozo de negrura
con ideas tristes de por vida
les suplico un poco de ternura
mientras busco inútil otra rima.
Y de nuevo me cuentan historias
Aquellas del hubiera ya muerto.
De momentos que fueron la gloria
mas hoy son esteril desierto.
Y las musas insisten de nuevo.
¡Imposible negarse a las damas!
Sus caprichos son penas que debo
escribir aunque no tenga ganas.