(Octavillas)
Bésame con la ternura
de quien espera un mañana;
una luz por la ventana
que ilumine aquella espera
bendita por la premura
turbulenta de unos brazos.
Acicálame estos lazos
que son guía en primavera.
Pero bésame azarosa,
el tiempo se va de prisa
con nuestra jovial sonrisa.
Pon tus labios con los míos,
imprégname, gentil Rosa,
perfuma lo irresoluto
con la delicia del fruto
que espera por nuestros bríos.