Devoción al arte de nuestras huellas
Vereda indecisa que alza la imperfección de nuestros pensamientos
Presenciando lo bellaco y al cautivo sin el destello del prejuicio.
I
Alma
Afable espíritu resplandeciente, sin apego y con perdón
Desgobierno de mi ímpetu generoso con malicia y rencor
Sentimientos perpetuos que ahondan mis años de pasión.
II
Sueño
Lluvia que agita los cimientos de mi cordura
Clamor en silencio, sollozos en mi habitación
Estruendo combate sin lanza, espada y escudo
Contienda eterna hasta el encuentro de nuestro amor
III
Existencia
Hortensias y lirios sembradas con celo y calor
Valiosa puerta en la estancia del edén
Rosas y magnolias engalanan tu gracia y grandor
Llama de nuestra unión, casa de nuestro calor.
IV
Muerte
Tambores del cielo, clemencia ante las almas
Creador del nosotros, escuchad mis palabras
Levantad a mi amada, no arrebates sus alas.
Vindicta sus pecados en los míos, soy el causante.
V
Mandamientos
Mi oración lleva su nombre y su esencia,
sin tomar su nombre en vano, aunque lo dictes
Descansando en su lecho, resisto a tus leyes
Honrando su vida, sobre el cielo que desconozco
Extingo lo injusto, sin su vistazo a tu lado
Fui la fruta prohibida de nuestros actos,
robándome su amor ante ti
Sin dar falsos testimonios de nuestra historia,
mis deseos le pertenecerán a ella codiciando su ser.
VI
Vuelta al infierno
He regresado mi ángel, el estratega inicia,
Acto de fe, esperanza de verte en nuestra batalla
Moriré ante tu espada, así lo desea el destino
Por amor he pecado y por amor moriré.