Y si el secreto no es atraer sino cultivar,
sembrar las semillas y dejarlas germinar.
No buscar desesperadamente conquistar,
sino nutrir el amor, dejarlo florecer y brillar.
En lugar de intentar capturar miradas fugaces,
dedicar tiempo y esfuerzo a crear fuertes bases.
No buscar ser el centro de todas las miradas,
sino ser auténtico, en todas las jornadas.
Cultivar el respeto, la confianza y el afecto,
aplicar la constancia haciendo lo correcto
Hablar con palabras dulces, gestos de cariño,
el amor crecerá, como un manantial divino.
No obsesionarse con apariencias superficiales,
sino valorar lo genuino, lo profundo y esencial.
Cultivar la conexión, el entendimiento pleno,
escuchar con el corazón,y milagros veremos .
En lugar de buscar llenar un vacío momentáneo,
cultivar la plenitud interna, el valor propio necesario.
No depender de otros para sentirnos completos,
cultivar nuestra propia esencia, ese es el gran reto.
Y si el secreto no es atraer sino cultivar?
aprenderemos a amar sin esperar ni mendigar.
El amor verdadero, como una planta alimentada,
crecerá y florecerá, aunque la lluvia no caiga.
Te invito a cultivar , sin prisa ni desesperación,
el amor en nuestros corazones, con dedicación.
descubriremos que el verdadero secreto está,
en cultivar el amor, y verlo crecer y perdurar.