Te amo porque te amo y amar es vida. Vida de hambre, de sed y fe perdida. Perdida en tu mirada y tus esquinas, por el alero de tu pecho y tus mejillas.
Te amo porque amarte es una espina, que atraviesa mi pecho y tus colinas. Donde el viento cede besando orillas y la marea baja amaina en tus rodillas.
Te amo porque te amo y es una herida. La sangre fluye y mi corazón se encabrita, al verte despeinada y sudando dichas, allí dónde no llegan mis manos sufridas.