El sosiego del aire, inquieta las sombras
de tu cuerpo, mi piel, en las notas precisas,
en las sonoridades, que diluyen palabras
en los labios, que abrazan las caricias.
El sosiego del aire, pincelada en la calma,
colorea la vida como las mariposas,
como pintando esencias, con el alma
prendida entre las flores más hermosas.
El sosiego del aire, que respirando enseña
el sonido precioso de un arpegio de lira,
la música penetra, lo que el amante sueña,
y en la armonía pasional siempre suspira.
El sosiego del aire invita alzarse en vuelo,
que traspasa la luz, suave y portentosa,
como la música tan profunda del chelo,
con el sonido exacto de una fruta jugosa.