Ese beso de adolescencia
a plena luz de la luna,
tan natural como:
flor de primavera,
estremecía nuestros labios.
Con los ojos cerrados
nos transportaba al Paraíso
del amor.
Después de ese beso
pasábamos la noche en vela
recordando la embriaguez
de un beso tan profundo, tan sentido.
Ese beso nunca se olvida
quedará en lo más recóndito
de nuestro corazón.
Ese beso que se repite en nuestros sueños
una y otra vez sin cesar
es como un remolino de amor.
Ese beso es nuestra esperanza
de que nuestro amor es infinito.
Ese beso … ese beso
Daría mi vida por repetir ese beso.