En el jardín de abril, amor floreciente,
Bajo el cielo azul y la brisa cálida,
Nace un sentimiento puro y radiante,
Amor de primavera, en el alma crisálida.
Los campos se visten de mil colores,
Las flores susurran secretos al viento,
Como dos corazones, en dulces amores,
Entrelazamos sueños con acrisolado aliento.
Tus ojos, luceros de noche estrellada,
Reflejan la luz de la luna llena,
En cada mirada, mi alma se embriaga,
Y en tu abrazo me fundo, mujer de piel morena.
Tiembla en cada hoja el amor temprano,
Igual que en mi pecho late este anhelo,
Bajo el sol radiante, en brazos de verano,
Nuestro amor de primavera, es cual ave en vuelo.
El murmullo del río acompaña nuestra danza,
Mientras las aves entonan su canción,
Eres mi musa, mi razón y mi bonanza,
En este amor de primavera, eterna pasión.
Que el tiempo no desvanezca nuestro idilio,
Que el otoño no marchite nuestra pasión,
En cada estación, renovamos el brillo,
De este amor de primavera, que es una bendición.
En el ciclo eterno de la naturaleza,
Florecerá siempre nuestro amor espontáneo,
Como la primavera, en dulce belleza,
Seremos un amor que se resiste a lo instantáneo.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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