Este sur de lunas asombrosas
se tramita azul entre sus horizontes
y mientras homenajean bizcas las tardes a Sartre
acuden las moscas, siempre adelantadas,
a seminarios de Lacan. Suelen ser constantes.
Este sur, por poco benedettiano,
se asoma a África sin llamar a la puerta,
nos refugia sin presupuestos ni previsiones.
Nos envuelve en un manto sin tiempo ni relojes.
Se deja amar sin tragedia ni sobresaltos.
Soy del sur, no podría ser de otro modo.
Lo entiendo por la tarde existencial.
cuando los modelos de lunas desfilan
por el Mediterráneo que inventó Serrat.
Lo entiendo cuando callo, cierro los ojos
y al abrirlos, un césped arrasado por el sol
condimenta la hora del café y postula
que la noche ha sido condenada a ser libre
y que, sin paradigma que imitar,
sin esencia ni dedos conminatorios,
bien podría ser ésta
la madre de todas las noches.
FIN
(del poemario breve \"Gracias, viejo Jean-Paul\" ganador del Premio de Poesía Isabel Ovín 2019 (Carmona, Sevilla).