OSCAR LUIS GUZMAN

MI CANTO ©

Un canto vibra siempre en mi pecho,

pues el papalotl[1] del amor se anida en mi corazón

y fatalistas diademas adornan mi corona,

la que heredé de los guerreros tenochcas,[2]

hijos de Huitzilopochtli,[3] Señor del Anáhuac.[4]

 

Descendiente de españoles y mixtecas;

compuesto de miríadas cromosomas injertadas,

de un conjunto de naciones entre Europa y el Anahuac

entre Iberia, y la Gran Tenochtitlan.

Aliación que se forma en las grietas de mi mente;

elementos íberos, mexicas, chatinos, zapotecas,

sangre mixta por la  hermandad universal.

 

Del celtíbero heredé el espíritu aventurero

que quema a mi alma, y me impulsa a desafiar

incógnitas laderas, e inexplorados mares

y me invita a enfrentarme y soportar

los dolores de los sueños perdidos

y las penas de un amor que se va…

 

Anhelo conquistar el sueño inconquistable:

De vivir saboreando incansablemente

la miel de sus capullos; y merodear el mundo,

sorbiendo del dulzor de las flores.

 

Soy Quijotil Xochicuicani[5];

amo la espada y amo la poesía;

pero más amo el Floricanto de mis abuelos.

 

Vivo combatiendo injusticias,

luchando por el sueño que añoro conquistar.

Sin querer queriendo, y queriendo sin querer.

 

*