Mi abuelo siempre fue alguien ejemplar
un sol sacado de otro cielo,
pero si lo quisiera recordar
diré que siempre fue un caballero.
Mi compadre me decía , con esa voz amable
con amable voz , compadre siempre me decía,
este verso tiene mi sangre
y con él, una enorme alegría.
Ojos verdes como el jade
maravillaba cualquier mundo,
esa ternura palpable
no apreciada en cualquier rumbo.
Mi compadre era amigo, valiente y quijote
capaz de acariciar el alma misma,
esa mirada, su mejor dote
y sin pensarlo su carisma.