En un jardín oculto, entre un sinfín,
allí lustroso, esconde su hermosura,
un brote inmarcesible de jazmín,
origen e ilusión de mi locura.
Observando embelesado aquella flor,
pude advertir en sus pétalos su cara
al contemplarlo, en todo su esplendor
de sus estambres brotaba una mirada.
Eran cabellos, aquella enredadera,
que con su esencia mostraba sus encantos,
eran olores a blanca Primavera,
esos jazmines tan bellos entre tantos.
Patios y fuentes con tan preciadas flores
ocultas en vergeles, en vegas, bien regadas
allí, entre la espesura dormitan mis amores
que siempre resplandecen al ver las madrugadas.
Cuando ese aroma se exhale en ese edén,
vendrán volando a él las mariposas,
que son esos poemas que recién
he escrito a la mujer que es más hermosa.
Classman