Algún día te crearé,
no pierdo la esperanza
de nutrirte con bellos versos
para leerte y releerte,
y al cerrar mis ojos
ver tus imágenes
sintiendo como mi piel
se granula suavemente
por el escalofrío de tu mensaje.
Algún día te recitaré,
te compartiré con los demás,
a pesar del miedo
a perderte, a entregarte a
la literatura,
a perder mi intimidad,
a mostrar la identidad
que tus versos encierran.
Algún día de ti me despediré,
pero de tus entrañas
no desapareceré,
y cada vez que seas leído
en algún lugar viviré,
y cada vez que seas recitado
en algún lugar te oiré,
y así será, por todo el tiempo.
José Antonio Artés