Soy un alma desnuda en estos versos,
y no tan solo en estos sino en todos,
no guardo ni mis luces ni mis lodos,
no escondo ni los ásperos, ni tersos.
Porque eso es para mí la poesía,
un ventanal tan amplio en que mirarme,
maquinaria que me arme y me desarme,
que me quede desnuda el alma pía.
Es un baño que limpia mis dolores,
que me deja tan suave y perfumada
que el enfrentarme al mundo es cosa dada.
Mas enfrentarme a ti con tus ardores
me hace sentirme dueña, desconfía,
si te labra prisión mi fantasía.