¡¡No quiso quererme como lo quise yo!!
¿Qué voy hacer con todo este amor
Que me hierve en la sangre y me parte el alma?
¡¡No quiso quererme como lo quise yo!!
Se alejó de mi vida, de un solo golpe
No fue pa’ decirme adiós.
Yo quería vivir mi vida con su vida,
Mi alma con su alma y espíritu unido al suyo.
Ser uno sólo cuerpo y no dos, ser una vida no dos,
ser un alma y un sólo espíritu.
Vivirnos y sentirnos como se siente la arena en la playa.
Como se sienten las hojas unidas al árbol.
Vivirnos en espíritu eternamente unidos.
Ser día, mes, año, segundos, minutos y horas.
Ser tiempo, espacio y encuentro de universos
Universos de un tiempo solo nuestro.
No quiso quererme como lo quise yo!!
Lo deseaba con mi vida y atado a mis deseos y poseerlo.
Lo deseaba en mi cuerpo para tener encuentros nocturnos.
Lo deseaba con mi espíritu para ser seres espirituales
Y sin alas alcanzar el cielo y tener ritos astrales.
Lo amé con mi vida para vivirlo en está vida y en la vida venidera.
Fui de él días, meses, años sintiendo en la piel sus días y sus años conmigo.
¡¡Lo amé como a ninguno y lo olvidaré como a todos!!
Gasté mi vida amándolo y no me arrepiento!!
Viví para sentirlo y para tenerlo entre mis piernas,
y en mi cama bajo sábanas de fuego.
¡¡No quiso quererme como lo quise yo!!
Empiezo a buscar otros brazos para sentir el abrazo
...que tanto extraño del.
He de morir lejos de ti para no llorar tú muerte.
He de vivir para ti en el exilio de este gran amor que llegué a tenerte.
Siempre tuya, siempre mío. Ojos míos, de mi querer!!
¡¡ME FALTA VIDA PARA AMARTE Y TIEMPO PARA OLVIDARTE!!
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma.
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-- de José Ángel Buesa --
Llamarada de ayer, ceniza ahora,
ya todo será en vano,
como fijar el tiempo en una hora
o retener el agua en una mano.
Ah, pobre amor tardío,
es tu sombra no más lo que regresa,
porque si el vaso se quedó vacío
nada importa que esté sobre la mesa.
Pero quizás mañana,
como este gran olvido es tan pequeño,
pensaré en ti, cerrando una ventana,
abriendo un libro o recordando un sueño...
Tu amor ya está en mi olvido,
pues, como un árbol en la primavera,
si florece después de haber caído,
no retoña después de ser hoguera;
pero el alma vacía
se complace evocando horas felices,
porque el árbol da sombra todavía,
después que se han secado sus raíces;
y una ternura nueva
me irá naciendo, como el pan del trigo:
pensar en ti una tarde, cuando llueva,
o hacer un gesto que aprendí contigo.
Y un día indiferente,
ya en olvido total sobre mi vida,
recordaré tus ojos de repente,
viendo pasar a una desconocida...