Carlos Hector Alvarez

Sueño

 

 

Con el pensamiento

puesto en mi estado de salud

cerré los ojos, con tristeza

y me quedé dormido.

No sé si mi conciencia

o mi inconsciente,

se apoderó de mi cabeza

buscando la respuesta del millón

para sosegar mi dolido corazón

Se me ocurrió la muerte

como una buena salida

y en busca de ella me fui al río

me tiré en la parte más profunda

y recordé “no te ahogas

por tirarte al agua

sino por permanecer sumergido”

entendí bien, el contenido

y me dije, si dejas de pensar en negativo

tu vida mejorará sin duda.

En mis oídos resonó,

ya es tarde, no hay como salvarse

en eso, vi a mi vieja tirándome de los pelos

mientras preguntaba ¿qué te di,

con la leche que mamabas?

¿Olvidaste que tienes un Ángel de la guarda?

¡acude a él y pronto!

Y me escuche gritar convencido

“Ángel mío ayúdame”

Fortalecido,

sentí que mis brazos y mis piernas

reaccionaban al unísono

Recordé que en mi juventud

nadaba en río crecido

y nadé con mucho esfuerzo

hasta llegar a la orilla,

cuando salí del agua

estaba agradecido.

Sobre unos pastos me tiré agotado,

pero feliz por haberme salvado.

El Señor te dio la vida, y Él sabrá

cuando llevarte, así que Carlitos

adelante a no aflojar

que todo va a mejorar.

Me desperté llorando

pero no de tristeza,

sino con gran alegría

porque para seguir tirando

hay fuerzas todavía.