¿Qué será de los corazones ofrecidos, el ritual de los necios y sueños prohibidos?
Se ha perdido su cintura,
Breve e insegura, entre mi sien.
Lo inmemorable yace en esta nota,
Amor gota a gota, un caspio tren,
Donde la era olvidará nuestros nombres
Y jamás nuestras noches.
¿A dónde irán sus guitarras morenas, danzas amenas, los lirios azules?
En susurros leo su boca,
Un aroma provoca, y tibio desdén.
Se escurre denso, con premura,
Dulce e inmadura, como edén.
Adiós al brío vacilante, musa del hombre,
Cantar de nuestros broches.