Desde los árboles
dorados gotas de lluvia caen,
alfombrándo los bosques
con una tapicería de octubre
tejida por la naturaleza.
Girasoles
pierdan el ocre maquillaje de sus sonrisas
y cierran sus ojos a soñar.
Sombrillas,
paradas como mudos soldados,
guardando sillas vacías
alrededor de mesas abandonadas,
esperando en silencio la primavera.
Al despertar el amanecer,
paulatinamente la niebla disipa
y los primeros rayos de sol revelan
un vislumbre tímido de otoño.
David Arthur ®©
Cuadro de propio pincel