Ábreme tus brazos, amor querido,
permíteme en ellos refugiarme,
en tu abrazo cálido y sentido,
hallar el consuelo de entregarme.
Conecta mis miedos con tus caricias,
tejiendo un escudo de amor sincero,
en tus brazos encuentro delicias,
donde el silencio se hace ligero.
Abrázame con fuerza y ternura,
envuélveme en tu abrazo apretado,
que el tiempo se detenga, sin duda,
y el universo sea nuestro abrazo eternizado.
En ese abrazo encuentro protección,
Y mis lágrimas encuentran tranquilidad,
en tus brazos, mi corazón se vuelve pasión,
y se funde en un amor lleno de felicidad.
Abrázame mi amor sin soltarme,
que en tus brazos encuentro mi hogar,
y en cada abrazo puedo transformarme,
en el rincón eterno, que siempre quiero habitar.
Eres mi refugio, mi amado abrazo,
en tus regazos encuentro la amistad,
y mientras estemos juntos, no habrá fracaso,
porque amándonos venceremos la soledad.
Así que abrázame, amor mío querido,
y déjame sentir tu amor infinito,
en tu abrazo, yo siempre he creído,
y en él, encuentro mi paraíso bendito.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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